Nos remontamos al año 2001 si, ya ha pasado una década desde aquel primer campamento de 3 días en Alarcia. Sí, tras muchos años yendo a recoger a mi hermana el día de padres, todo aquello me parecía grandioso, aquellos pañuelos que colgaban de sus cuellos, que más tarde conocería con el nombre de Pañoletas me fascinaba. Era un viernes por la tarde, tocaba preparar la mochila con lo esencial para un campamento: Linterna, esterilla, saco de dormir, potes, cantimplora y sobre todo un montón de ganas de empezar la etapa Scout. Tras el campamento con entre los macarrones de Kike, la sopa de por la noche de Javi con el toque de Avecrem.. Volvimos a casa con una sonrisa de oreja a oreja. Aquel campamento rodeado de Scouts había sido lo mejor que me había ocurrido. Tras ello llegaron las reuniones semanales en la base divididas en ramas, Lobatos, Rangers y Pioneros a la cual yo me debía a Lobatos. Y como a todo buen Scout, el momento que todo Scout recuerda es su promesa, que tras pasar muchas pruebas de Baloo, el consejo de la Roca determinó en 2003 que debía de obtener la preciada PAÑOLETA. Aún recuerdo cuando Cristina, mi monitora de Lobatos entró en la tienda de campaña y me dijo: "Héctor, Descansa, mañana será un día muy especial, el Consejo de la Roca te otorga la Pañoleta" Al día siguiente mi monitor y padrino Abel otorgó la pañoleta tras recitar entre titubeos la promesa “Por mi honor y con la gracia de Dios, prometo hace cuanto de mi dependa para cumplie mis deberes para con Dios y con la Patria, ayudar al prójimo en toda circunstancia y cumplir fielmente la Ley Scout”. Y como toda etapa llega a su fin, la etapa de Lobatos había terminado y tocaba descubrir otra rama, Rangers. La etapa Rangers, empezaba en el campamento de Alarcia, y tocaban nuevos monitores, entre ellos Eva con la cual he llegado hasta donde estaba. Tras múltiples campamentos como los de Poza, Quincoces de Yuso, S.María de Ribadedonda , Villasana, etc... Llegó la última etapa Scout en mi grupo, Pioneros, en la cual creo que es una de las mejores ramas de los Scouts, antes de comenzar a ser monitor o de pasar a ser Ruta. Y en la cual cabe destacar el compromiso aún más con el grupo, si con mi grupo. Estaba dispuesto a hacer la promesa, iba a obtener el pasador un gran paso que tras leer la carta en la ceremonia y unos cuantos lagrimones, Eva mi monitora me impuso el pasador con el cual se te otorgaba una serie de reponsabilidades para con el grupo, Scout Mazorca. Estos 10 años han estado marcados por todas aquellas personas, monitores con nombres que llegan a mi memoria, Julia, Germán, Abel, Tose, Eva, Miryam, Estefanía, Leire, Cristina, Carlos, Julianin, Chinche, Diana, Noelia, Arturo, Marta... y por supuesto padres que pagaban aquellos campamentos para que un servidor se divirtiera y disfrutara de lo que más le gustaba, el Escultismo. Tras 10 años, toca hacer recuento de las vivencias experimentadas y poder transmitir todo aquello que a mi me han ido transmitiendo a otros Scouts... Continuará.
SIEMPRE LISTOS.
