31 de Diciembre, si otro año más estamos a unas simples horas del borde del abismo hacia un nuevo año. Como todo humano por estas fechas tan sumamente absurdas nos ponemos a hacer balance de lo que ha sido este año y como no, nuestros propósitos para el nuevo año al que nos acontecemos, que en el fondo jamás cumpliremos. Somos unos ilusos. Siempre caemos en los mismos tópicos para evaluar un año: amor, dinero, salud, trabajo, sexo, estudios y un largo etc. Creo que si por ello fuera, el balance del año siempre sería negativo, pues la vida de las personas tiende a la negatividad, a un abismo con caída de noventa grados. Tal vez deberíamos medir lo logrado a lo largo del año por el nivel de respiración, sí, la vida no se debería medir por las veces que respiramos, sino por los momentos que nos deja sin aliento. Tal vez el producido por cada una de esas carcajadas, sonrisas, llantos... Y como todos los años, al son de las 12 campanadas pediremos 12 deseos..1 por cada "Tong" a ritmo de la voz de presentador que probablemente nos explique por 99.000 vez como funcionan las campanadas de un simple reloj y probablemente, se equivoque. Es humano. ¿se cumplirán, no se cumplirán? Sólo el destino tiene la respuesta a esa pregunta. El destino aplica la ley de "Dejarse llevar, suena demasiado bien"
Por todo lo demás Feliz 2012.
